En un pequeño pueblo de Algeria, en los días de la guerra por la independencia, un niño ve partir a sus compañeros de escuela rumbo a la montaña, desafiando la prohibición de los mayores. Las imágenes de esta trágica excursión quedarán sepultadas en la mente del narrador hasta el momento en que vuelven con violencia, obligándolo a escribirlas como exorcismo, redención o intento por comprender al adulto en que se ha convertido.
Dice Luciano Lamberti, en su prólogo: “Leer La montaña es como estar en medio de la creciente de un río, ahogarse por momentos, y por otros salir a flote y mirar el cielo y las caras de los que están en la orilla, que te consideran perdido y acabado”.
Así nace esta novela corta, vibrante e intensamente humana sobre la guerra y lo que ella trae consigo, sobre el exilio y la vida de los que no logran pertenecer a ningún lugar.
El libro es una lúcida historia sobre la historia reciente de Argelia y las reacciones que suelen desencadenarse en las luchas anticolonialistas.
Jean-Nöel Pancrazi nació en 1949 en Sétif, Argelia. Su infancia es atravesada por la guerra por la independencia, tema que no lo abandonará a lo largo de toda su obra. En 1962 se traslada con su familia a Francia, de donde son oriundos sus padres. A su primera novela, La Mémoire brûlée, publicada en 1979, le siguen más de quince novelas y relatos largos, entre ellos Le Silence des passions (1994) que recibe el premio Valery Larbaud, y Madame Arnoul (1995), galardonada con los premios Livre Inter, Maurice-Genevoix y el Albert-Camus. Pancrazi es Caballero del Orden Nacional del Mérito y de la Legión de Honor en Francia.