La historia del "Regal", el Cinema Paradiso de Nueva Delhi

Después de 85 años, cerró sus puertas el más tradicional y emblemático cine de la India. Jawahrlal Nehru e Indira Gandhi fueron algunas de las personalidades que disfrutaron de sus proyecciones. Las razones de su decadencia. 
Fuente: AFP - 2017-04-12
En Nueva Delhi, el Regal era más que un cine, era una institución. Pero tras décadas de declive, esta emblemática sala, una de las más antiguas de India, finalmente cerró sus puertas víctima de la competencia de las multisalas climatizadas.

Con su fachada blanca, ennegrecida por la contaminación y las lluvias, el Regal es una de las referencias más conocidas de la Connaught Place, la gigantesca plaza en círculos concéntricos construida por los británicos, en el corazón de la capital india.

Pero en el interior, el cine emanaba una atmósfera diferente. La vetustez de sus salas, su única pantalla, sus ruidosos y polvorientos ventiladores, sus sillas de hierro para las categorías más baratas, hicieron que el público lo abandone.

Cuando la sala abrió sus puertas a principios de los años 30 del siglo pasado, India aún era una colonia británica, con el movimiento por la independencia en pleno auge.
"Antes, daba igual qué película se proyectaba, el cine siempre estaba lleno. Había grandes filas hasta la esquina de la calle", recuerda Ravi Shukla, que trabaja en la cantina del Regal desde hace 36 años.
A lo largo de su existencia, el Regal vio desfilar a los más grandes del subcontinente: el último virrey británico de India, Louis Mountbatten, los primeros ministros indios Jawahrlal Nehru e Indira Gandhi, o la leyenda de Bollywood, Amitbah Bachchan.

Ahora bien, hoy los consumidores de la clase media de Nueva Delhi prefieren los multicines gigantes con cómodos asientos, y la climatización casi gélida de los centros comerciales que proliferaron recientemente en la capital india.

"Antes, daba igual qué película se proyectaba, el cine siempre estaba lleno. Había grandes filas hasta la esquina de la calle", recuerda Ravi Shukla, que trabaja en la cantina del Regal desde hace 36 años.

La misma amargura para Ramesh Kumar. El hombre realizó 44 años de buenos y leales servicios como proyeccionista, 23 de ellos en el Regal. Su herramienta de trabajo: un monumental proyector negro de bobina que data de los años 1960 del siglo XX, sobre el que está pintada en rojo la cruz esvástica hindú.

Ramesh lamenta el cierre del cine, uno de los últimos con precios abordables para los bolsillos más modestos, y culpa de ello a la falta de mantenimiento del lugar. "Nadie le ha prestado la suficiente atención. Si alguien se hubiera ocupado, no estaríamos en la situación actual", lamenta.
Aunque no pueden tocar la fachada, catalogada como patrimonio histórico, los propietarios del lugar esperan resucitar algún día el Regal en forma de una multisala con todas las comodidades actuales.
La fatídica decisión contra el Regal llegó cuando los techos de varios edificios de la Connaught Place se vinieron abajo, poniendo en relieve la decadencia de estos lugares históricos.
El ayuntamiento castigó desde entonces a los edificios que no respetan las normas de seguridad. Para el Regal, las obras de renovación eran demasiado largas y costosas.

Después de casi 85 años de existencia, el cine apagó definitivamente sus luces tras la proyección de dos clásico de la edad de oro de Raj Kapoor, mítico actor y director bollywoodiense del siglo XX.

Aunque no pueden tocar la fachada, catalogada como patrimonio histórico, los propietarios del lugar esperan resucitar algún día el Regal en forma de una multisala con todos los lujos y comodidades actuales.
Mientras, los fans y curiosos llegan al lugar para rendirle homenaje, con adolescentes tomándose 'selfies' y parejas llevando a sus hijos. "Hay más gente que en estos últimos años, sobre todo personas mayores que tienen recuerdos entre estas paredes", explica Roop Ghai, director del Regal.

El cierre de este cine "es como separarse de un miembro de tu familia", suspira.