Ciberliteratura, el nuevo fenómeno de la cultura china

Sun Xintang, experto de la Universidad de Beijing, explica los alcances de las nuevas producciones redactadas y publicadas desde y para plataformas digitales. La opinión del Premio Nobel de Literatura Mo Yan.
István Ojeda Bello - 2022-10-26
La literatura en China está creciendo en el ciberespacio, asegura el profesor Sun Xintang. Tanto por los temas que está abordando, como por su interacción con los públicos y, sobre todo, por la industria de entretenimiento creada a su alrededor, la ciberliteratura es ya un fenómeno cultural en el país, sostiene el catedrático de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing.

Se trata, explica Xintang, de poemas, cuentos y novelas redactados y publicados originalmente desde y para plataformas digitales. Las caracterizan su rapidez y su enfoque hacia el ocio de los lectores. También la variedad de estilos y temas, pues confluyen tanto la novela histórica, como narraciones en las que los protagonistas se trasladan hacia diversas ubicaciones espacio-temporales, junto a otras de ciencia ficción, fantasía. Pero, además, abordan asuntos como las luchas laborales, las artes marciales o las historias militares o la diversidad sexual y el acoso escolar.

Otro de sus sellos distintivos es la relativa poca madurez de sus autores porque, aclara, a menudo escriben autores noveles o personas que incursionan por primera vez, pues son plataformas en las cuales el único criterio de selección es la popularidad de la obra. Aunque, enfatiza que la característica más relevante es que se publica por entregas o entradas que pueden ser de capítulos completos o simples fragmentos. A la vez, sobresale la interacción con los lectores, quienes opinan en tiempo real, llegando, incluso, a aportar información y conduciendo el desenlace de la trama.

En su etapa inicial, cuenta Xintang, la ciberliteratura china floreció en los entornes académicos, pero en la medida en que la sociedad se fue digitalizando más se tornó en un fenómeno mucho mayor. La primigenia cibernovela fue "El primer contacto íntimo", que vio la luz entre el 22 de marzo y el 29 de mayo de 1998 en los entonces muy populares Bulletin Board System (BBS) de la Universidad Nacional de Cheng Kung, escrita por Cai Zhiheng, un ingeniero hidráulico de profesión. Desde entonces a la actualidad, la ciberliteratura se ha convertido en un novedoso mecanismo de expresión literaria, comenta.
Hasta el 2019 se habían escrito unos 25 millones de obras, de las cuales más de mil tuvieron luego su versión fílmica, unas mil 400 en teleseries, 701 en videojuegos y mil 281 en historietas o dibujos animados.
“A partir del 2003 se produjo un hito importante cuando aparecieron las suscripciones y el pago por las lecturas a razón de 0.02 yuanes por mil caracteres chinos. Eso equivale a cuartilla y media de textos que puede parecer poco, pero cuando tienes a millones de personas leyendo hablamos de sumas importantes. Esto provocó que florecieran firmas de ciberliteratura y aparecieran grandes ciberautores”, expresa.

El estudioso apunta al año 2009 como otro punto de inflexión cuando el acceso a la red de redes en China se expandió desde los dispositivos móviles y a precios mucho más baratos. Una investigación reciente, describe, reveló que los principales ciberlectores son los trabajadores fabriles, muchos de ellos migrantes del interior del país, pero también jóvenes y adolescentes de todas las partes del mismo.

En la actualidad, gigantes de la industria del comercio electrónico en China como Tencent y Alibaba crearon plataformas de pago que promueven la ciberliteratura y los ciberautores, quienes, vale decirlo, tienen porcentajes de participación en las ganancias por lecturas y publicidad mayores que los escritores que se mantienen en los circuitos tradicionales de las editoriales. “Figuras como Tangjia Sanshao, muy popular desde su primera novela Douluo dalu (Tierra de las almas) lidera el ranking de los ingresos de ciberescritores de China, porque fue de ganar 4,8 millones de dólares en el 2012 a 18,9, en el 2018; tiene, además, el récord de haber actualizado sus novelas durante cinco mil días seguidos. Eso significa que por 12 años no dejó de hacerlo ni un solo día”, dice.

El filón comercial la hizo, expresa el profesor, una “cadena industrial completa y potente mediante los sitios de las empresas de ciberliteratura y las versiones de las obras más populares al cine, la televisión, los videojuegos, los cómics, la publicidad, y la creación de fans o la gestión de direcciones electrónicas; así como la venta de otros productos como libros en papel, juguetes e, incluso, con la creación de parques temáticos como ocurrió con el sitio de filmación de la versión para la TV de Nirvana in fire, que hoy es un lugar turístico”.
Gigantes de la industria del comercio electrónico como Tencent y Alibaba crearon plataformas de pago que promueven la ciberliteratura y los ciberautores.
Hasta el 2019 se calculó que se habían escrito unos 25 millones de obras, de las cuales más de mil tuvieron luego su reflejo fílmico, unas mil 400 en teleseries, 701 en videojuegos y mil 281 en historietas o dibujos animados. “Hablamos, refiere el experto, de una industria que en el 2021 ya tenía más de 500 millones de lectores y que facturó más de cuatro mil millones de dólares, en su mayor parte por pagos de suscripción, pero también por derechos de autor, publicidad y uso de aplicaciones para teléfonos móviles”.

Pero ¿qué hay de la calidad de los materiales escritos por autores bien pagados, pero que no escapan a otros fenómenos como la proletarización por la presión de las actualizaciones que exigen las empresas propietarias?

Al respecto, refiere Sun Xintang, las opiniones están divididas: críticos de renombre en China como Mai Jia la califican como basura; mas, otros como Liu Liu dicen que es el punto de partida de toda su realidad; Wang Shuo la tilda del “futuro de la literatura”, Chen Qirong de “un milagro de la reforma y apertura china”; y Yan Feng de “fenómeno único en el mundo”.

El Premio Novel de Literatura, Mo Yan, cita el académico, señaló que era “una presencia nada desdeñable. Para conocer y estudiar la literatura actual china, no puedes pasar por alto la ciberliteratura del país. Tampoco a los ciberautores. Con el paso del tiempo, se volverá confusa la frontera entre la escritura tradicional y la digital. Está desapareciendo la pared invisible entre ambas cosas”.

“Personalmente, afirma, creo que se produce no la conformación con la literatura tradicional, sino una interacción, una complementariedad. Porque su discusión y la participación de los lectores está generando una nueva forma de literatura que, por cierto, el Gobierno chino está promoviendo también, porque los más importantes premios literarios del país el Mao Dun y el Lu Xun, desde el 2017 y el 2010, respectivamente, ya incluyeron categorías específicas para la ciberliteratura.

“Es, resumiendo, una parte importante de la literatura china actual; un persistente fenómeno cultural y comercial, único en el mundo. Y aunque en Occidente todavía se encuentra en una fase muy incipiente y limitada a pocos autores en los Estados Unidos, plantea un futuro más interesante y prometedor e invita a la participación latinoamericana”.

Fuente: Periódico 26 (www.periodico26.cu)