Prohibido olvidar la Masacre de Nanjing

A 87 años del exterminio de 300.000 hombres, mujeres y niños, China renueva su mensaje de mantener viva la memoria.
Fernando Capotondo (desde Nanjing) - 2024-06-02
La noticia del fallecimiento de una abuela de 90 años, que había sobrevivido a la Masacre de Nanjing, renovó en China el doloroso recuerdo por las 300.000 muertes sufridas durante aquellas seis malditas semanas de 1937, en uno de los capítulos de mayor crueldad y salvajismo de la Segunda Guerra Mundial. 

Gao Ruqin, de ella se trata, sólo tenía 3 años cuando los disparos de los soldados japoneses atravesaron a su madre y a su abuela. Era sólo una criatura cuando su padre la rescató de aquella lluvia de balas y logró esconderla en un refugio donde, durante semanas, el único alimento fue un puñado de avena que les llevaban los socorristas.

Con su reciente muerte, ocurrida el 23 de mayo, descendió a 34 el número de sobrevivientes que aún permanecen con vida, según se informó desde el Paseo Conmemorativo de las Víctimas de la Masacre de Nanjing por los Invasores Japoneses.

En el lugar, conocido popularmente como Memorial de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, interpelan desde el horror otros testimonios y reflexiones de ciudadanos chinos que, como Gao, pudieron escapar con vida de aquel infierno: 

“Tenía una familia de nueve integrantes y siete fueron asesinados por los soldados japoneses en un día. Cada vez que pienso en eso, no puedo evitar llenarme de lágrimas. Mis ojos nunca pudieron recuperarse de tanto dolor” (Xia Shuqin, sobreviviente).

“Recordemos la historia, pero sin odio” (Li Xiuying, otro de los que logró salvar su vida).
“Recordemos la historia, pero sin odio” (Li Xiuying, sobreviviente de la Masacre de Nanjing).
Memoria, Verdad y Paz


El Memorial está ubicado en un predio de 74.000 metros cuadrados de la calle Jiangdongmen, en el preciso lugar donde los soldados japoneses enterraron miles de cuerpos, que luego se conoció como “La fosa común de los 10.000”.

Desde su creación en 1985, su triple objetivo es conmemorar a las víctimas de la masacre, rechazar las posturas negacionistas sobre lo ocurrido y enviar al mundo un mensaje de paz para que “Nunca Más” se cometa un exterminio semejante.

A partir de estas premisas, el número 300.000 de la cantidad de víctimas está omnipresente desde el ingreso al predio hasta el área de exposiciones al aire libre, la sala donde se exhiben documentos históricos y el sector en el que se exponen los restos de los 10.000 cuerpos encontrados en los años 90.

El aporte del Memorial no sólo es reconocido puertas adentro de China, sino también a nivel internacional, ya que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró en 2015 como “Registro de la Memoria del Mundo”, junto a una decena de archivos históricos sobre la Masacre de Nanjing.
El número 300.000 de la cantidad de muertos está omnipresente en todo el Memorial de las Víctimas de la Masacre.
Todo es historia


Para comprender el contexto histórico que dio lugar a la Masacre de Nanjing es preciso remontarse a la invasión japonesa a China que, en 1937, dio inicio a la llamada Guerra del Pacífico o Segunda Guerra Sino-Japonesa, un conflicto que a partir de 1940 quedó inmerso en la Segunda Guerra Mundial.

La masacre comenzó el 13 de diciembre de 1937 tras la caída de la entonces capital de China en manos de las tropas del Ejército Imperial Japonés.
A lo largo de 42 días de horror, la población china de Nanjing sufrió todo tipo de atrocidades, desde violaciones en masa de mujeres a una brutal matanza de civiles y prisioneros de guerra. 

“En el primer mes después de la caída de la ciudad, se cometieron cerca de 20.000 violaciones. Las tropas japonesas robaron propiedades públicas y privadas, y provocaron incendios a en todos los lugares por los que pasaban… las principales calles de la ciudad fueron reducidas a ruinas”, según se recuerda desde el Memorial.

Las autoridades locales calcularon que la cantidad de habitantes se redujo a la mitad y un tercio de la ciudad fue virtualmente destruida por los saqueos indiscriminados e incendios causados por las tropas japonesas.

Después de la rendición de Japón en 1945, varios jefes militares fueron condenados por el Tribunal Internacional para el Extremo Oriente (conocido como el “Nuremberg Japonés”) y el Tribunal de Crímenes de Guerra de Nanjing.

Desde 2014, la República Popular China conmemora el 13 de diciembre como el Día Nacional de las Víctimas de la Masacre de Nanjing, en recuerdo de los hombres, mujeres y niños asesinados por las tropas japonesas.

Fueron 300.000 y está prohibido olvidarlos.